Vivir en el peor país del mundo


Corea del Norte es hoy el peor país del mundo.
Actualmente, de todos los países del mundo, más ricos o más pobres, más democráticos o menos, hay uno que destaca por su aislamiento. La Corea del Norte es un estado hermético, cerrado y opaco.
Ellos comenzaron la guerra de Corea. Pim pom fuera. Cruzaron el paralelo 38 y atacaron a sus hermanos del sur. A partir de ahí se metieron las potencias de la guerra fría y se lidió una de las más sangrientas guerras del S XX.
Ahora Corea del Norte ha vuelto a atacar a Corea del Sur. Hay dos diferencia entre este año y 1950: Una es que la curiosa estatura media entre los coreanos de la parte norte y de la parte sur ya que los norcoreanos subdesarrollados no han mantenido el ritmo en un par de generaciones y son bastante más bajos. La otra, en cambio, es que los comunistas norcoreanos ahora son una potencia atómica y ya no hay un equilibrio de poder como antes entre la URSS y EE UU.
Hablando de la bomba, queremos creer que no habrá ningún dirigente tan enfermo que sea capaz de usarla hoy en día: ni los miembros del Consejo permanente de Seguridad de la ONU (EE UU, Reino Unido, Francia, Rusia y China), ni India y Pakistán, y las dudas, como siempre, caen en la Corea del Norte. De estos ocho países, los cinco primeros allanan el tablero, los hindúes y pakistaníes se equilibran mutuamente, pero los norcoreanos son un auténtico enemigo de la paz mundial.
Esta Corea tiene restringida la entrada a extranjeros y les prohíben cualquier dispositivo de comunicación cuando entran en el país. Tal como ocurría en El show de Truman, el visitante ve lo que el acompañante oficial quiere que vea. Las calles y la gente amañadas para crear una irrealidad que encubra los problemas que sufre la población de este país.
Hubo una tremenda hambruna que mató a 3 millones de norcoreanos la pasada década (¡más de un 10% de la población!) y el gobierno de Kim Jong-il no fue capaz o no quiso hacer absolutamente nada.
Desinformación. En los hogares norcoreanos sólo ven una y otra vez los desfiles militares y las hazañas de su líder. Propaganda en el más peyorativo de los sentidos.
Desinformación de nuevo. La prensa es la agenda diaria en papel de su líder Kim Jong-il. Surrealista ver cómo el líder supremo es capaz de estar omnipresente en mil lugares a la vez en un solo día.
Desinformación que únicamente somos capaces de esfumar gracias a los testimonios de los norcoreanos que logran huir del país.
Torturas y malos tratos. Control férreo de todos los momentos de la vida personal de la ciudadanía. Limpieza étnica. Si un miembro de la familia es declarado enemigo de la patria, se encarcela y tortura a él y a tres generaciones para “limpiar” esa contaminación. Abuelo, padre e hijo.
Y no es que sean comunistas ya que la ideología oficial es el Juche. El Juche es una mezcla de lo peor del estalinismo, nacionalismo y fascismo en una sola filosofía obligatoria. Ir contra el Juche equivale al ostracismo, de la ya de por sí, aislada Corea del Norte.
Algún día cambiará. Es un país horrible, empobrecido a posta, dictatorial e inhumano. De noche desde satélite a penas se ven las luces de Pyongyang… Algún día los norcoreanos entrarán en el S XXI.
Siempre algún día, si no entramos en sus provocaciones y nos autodestruimos, claro.

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