Humo


No existe ahora. Quizás se haya esfumado en poco tiempo o quizás nunca hubiese existido. La riqueza de estos países tan desarrollados se ha demostrado que es relativa.
El capitalismo se ha criticado desde muchos sectores y no es algo nuevo, ya que siempre ha tenido detractores y defensores, y como unas reglas de juego que son, el sistema capitalista se ha modificado década tras década. Desde la década de los 90 teníamos en Occidente un ultracapitalismo que, entrados en el S XXI, se ha extendido a todas las partes del planeta.
Este ultracapitalismo no es otro que el de la desregulación total de todas las transacciones y el de la especulación extrema. Especulación extrema cuyas consecuencias estamos viviendo ahora.
Se puede especular con el valor de todo: de los tulipanes, del oro, del petróleo, del arroz o de la solvencia soberana de un país. Y como toda especulación tiene el mismo proceso de hinchazón sin sentido y explosión sin cabeza, nos hemos empapado todos de esta supernova especulativa de nuestra deuda soberana.
Europa, Japón y los EE UU en 2011 se destacan por tener los mayores problemas de financiación estatal a pesar de ser los Estados con mayores ingresos –dicen-. ¿Ingresos? La mayor partida de lo ingresado por los países occidentales proviene de los mercados financieros. Los gobiernos (todos los gobiernos de todos los países con independencia de su color político) actuaron irresponsablemente vendiendo en los parqués la deuda soberana de sus ciudadanos hasta unos niveles que superan el 80% ó incluso el 100%, sin reducir en ningún momento el gasto derrochador, incluso reduciendo impuestos y dándole también su trozo de pastel al sector bancario, que más bien se demuestra que ha sido una manzana envenenada.
Si alguien compra un coche a plazos, lo usa, lo paga durante “x” tiempo, y cuando acaba de financiarlo, lo posee totalmente. Esta persona está especulando con sus ingresos, corrientes y constantes, pagando hipotecas, letras y créditos, y haciendo uso de lo que en realidad todavía no es suyo.
Nuestros Estados han hecho lo mismo: han estado haciendo uso con las infraestructuras y servicios sociales de dinero inexistente, con financiación especulativa que iban devolviendo, eso sí, con los impuestos que católicamente pagamos los contribuyentes.
A crecimiento más rápido, más rápidamente se esfuma, tal y como ha pasado en la periferia de Europa. Grecia es un ejemplo de goma elástica estirada al extremo. Y también lo es nuestro país, y también los son todos y cada uno de los países del mal llamado mundo desarrollado.
Humo.
Decíamos al comienzo que esto es ultracapitalismo. Un sistema creado, no de la nada, sino como consecuencia de cada uno de los actos de Gobiernos, empresas y ciudadanos. Ha sido una responsabilidad colectiva que deberemos enmendar. Hablamos de ultracapitalismo como una versión atroz y enferma de un sistema de mercado de economía abierta.
Ha llegado el momento del cambio. Se hará solo y sin prisas. Este actual sistema dará paso a otro no tan especulativo o indirectamente regulado.
Hemos de aflojarnos el cinturón y hemos de pagar lo que no teníamos en aras de mantener nuestros servicios sociales, pero porque nosotros queremos, no porque lo diga la agencia de rating Moody’s.

1 comentario:

Mei dijo...

Lo más grave es que los políticos quieren hacer creer que los recortes son necesarios porque no hay dinero cuando no es cierto. Por ejemplo, en Madrid, supuestamente, no hay dinero para la educación o la sanidad públicas, pero se malgastan fondos públicos en sueldos millonarios para las estrellas y los altos cargos de Telemadrid.
En todo el país, ¿cuántas personas van a perder la vida por los recortes en sanidad, mientras el Congreso rechaza actuar contra las 659 "grandes fortunas" titulares de cuentas bancarias en Suiza sin declarar?
http://www.20minutos.es/noticia/1082688/0/cuentas/suizas/congreso/
Muy buen post.